martes, 14 de junio de 2011

Guatemala city (maquillada de poder)

Escribo a contra ojo, como un joven de suburbio, atrapado en la  (in)comodidad del radio de la ciudad más clasista que he conocido y una de las más estigmatizadas de América latina, Guatemala.



La ciudad es la inmigración extranjera (incluyendo el otro país; el campo), el encarecimiento de la vida y su consecuente elitización. Parte del paisaje de la historia contemporánea guatemalteca; periferias urbanas nacidas del capitalismo neoliberal. Es diversidad tipológica, un escenario en plena transformación y lo veo desde su contorno que se expande cada día más. Lo que antes era lejos ahora es cercano donde hubo pasto ahora hay town houses, centros comerciales, country clubes, ghettos,  publicidad, saturación.

El espacio indica qué clase de grupo humano hay que ser y qué hay que hacer en cada estancia en cada momento. Dicho espacio también hace imposible que vez que se dé lugar a la espontaneidad frente a esa condición. Por ejemplo, es común ver en los arriates o en los jardines exteriores de los residenciales algún trabajador tomar el sol acompañado de la coca y un tortrix, sin embargo sería muy extraño encontrar al dueño de la propiedad, a un burgués en esa condición. Es ahí donde entra la mirada acusadora de cualquiera. El panópticos, el ojo del poder.


En los suburbios habitables, existe siempre la vigilancia constante, cámaras de vídeo, la garita, seguridad privada israelí. Allí, en carretera al salvador, el delineador de la ciudad, viven  los que están arriba, el lugar de elección de koreanos, judíos, árabes, alemanes, americanos, que han hecho su vida de inversiones aquí en Guatemala.





Por otro lado existe también el suburbio no habitable, los asentamientos en espacios e riesgo, los barrancos no aptos para la vida. Este es el retrato geográfico actual de las inmigraciones campo-ciudad, centroamericanos en la ruta al norte, desempleo y carencia.




En todo caso, el suburbio es un espacio de transito y no de permanencia para sus habitantes. La ciudad trabaja, urbania y periferia, en una relación intrínseca como un organismo. La concentración está en la periferia pero el palpitar económico sigue estando en el centro.


En el suburbio se desarrolla microsociedad, historia y cultura. La capa media es la identidad generalizada. Es la que habita la vivienda popular guatemalteca, barrio modelo z.6; colonia El Maestro, Vista Hermosa; La Petapa, franja industrial y barrio masivo.

Querer integrar el estar aquí es un reto y también un rush. Este es un espejo quebrado, como una esfera disco pero con muchos filos.  Saber bailar es saber reír  frente a la tragedia, es la ironía y el morbo de contemplarlo todo con desprecio porque no se puede hacer nada. Es contener la nausea y pedir el siguiente trago. Es cada pedazo un país inventado por sujetos que no se encuentran entre sí y recrean su propia historia, como el dragón que se come su propia cola. Yo crecí en una isla imaginaria, lejos de la Guatemala real, cruda y dura pero muy cerca de su encantamiento.





Cuando era wiro mi suburbio, La Montaña, era puro campo. Muy cerca había cafetales y maizales, a veces se miraba alguna vaca o cabrita. Caminé por atajos soñando estar en otro lugar, montaba bicicleta, lo hacía tan rápido para poder respirar la bocanada de aire y llenar mis pulmones de vida. Con mis vecinos recreamos una vida fantástica de duendes, trolls, y espíritus encantados.



Fue hasta adolecente que por curioso, inquieto, rebelde e indomable dejé el capullo, esa caja de seguridad, y decidí explorar la ciudad para sufrirla, enamorarme de ella y al final hacerme ella. Aprender lo que vale la vida y también la muerte. Conocer sus peligros como un perro más y esperar vivir para contarlo.


(Duck Season)

lunes, 6 de junio de 2011

Tortrix Manifesto



Tortrix es una marca de “snacks” guatemalteca que desde  hace algunos años ha lanzado una fuerte campaña nacionalista “Guatemala a la Tortrix”.  Desde entonces no hay chapín sin Tortrix.  Producto que se promociona como un modelo de vida, urbano y occidental. Con eso relacionamos Guatemala. Convertimos los signos corporativos de productos “nacionales” como la cerveza (Gallo o Cabro), el licor (Indita o Venado) y la comida chatarra (Tortrix o Pollo Campero) en referentes de identidad. “El crunch chapin” identidad que co-relacionamos con tóxicos y basura transgénica. Tortrix nos da un espacio de pertinencia, estatus y sobre todo “orgullo”.


El nombre  surgió de la combinación de  la palabra “tor” por tortilla y “tricks”  por trickster. El trickster es una figura o arquetipo que alguien que hace trucos. Es el pícaro divino,un dios, diosa, espíritu, bufón, hombre, mujer, o bestia antropomórfica que de una u otra manera desobedece reglas y normas de comportamiento; hace trampa. Aparece en la mitología,  en folclore y la religión de muchas culturas, en las fábulas de la edad media, en la mitología escandinava, o en las culturas indígenas de América.




La tortilla es un elemento simbólico ligado al maíz, a los ciclos de la vida y la cosmovisión maya. La tortilla es un elemento sagrado, es el sustento y el sudor del campesino. El Tortrix es la tortilla falseada, es un engaño de identidad.
La tortilla es un referente histórico de identidad y tortrix es un producto de la cultura de consumo y desecho, es “junk food”: chatarra.  Una tor-tilla truqueada, falsa, con aditivos y persevantes químicos. Por analogía, cuando hablamos de una “identidad a la tortrix” estamos evidenciando una identidad construida, moldeada y falseada a partir de la publicidad, el pensamiento de “la buena onda”, ideas o imágenes “cool” y multi-cuturales como United Colors of Benneton. 

Filosofía a la tortrix es una forma irónica de abordar este “país a la tortrix”, a la hechura de los toxo-monopolios, las élites dominantes y las nuevas tiranías en el marco de un narcoEstado y una sociedad de consumo que convierte la existencia en una porno tercermundista.


!Guatemala a la mierdix es la patria inventada!